domingo, 31 de julio de 2011

Los petroglifos en ALTA, Noruega

Hace ya bastante años, cuando visité ALTA, me encontré con un pueblecito polvoriento, con calles sin asfaltar y donde los rebaños de renos campaban a sus anchas.

ALTA es una pequeña (17.000 habitantes) y no muy atractiva población - con rango de ciudad sólo desde el año 2000-  situada al norte de Noruega, en la region de Laponia, al final del Altafjorden y a unos 240 km del Cabo Norte. Su mayor atracción son los petroglifos sobre unas rocas planas al borde del fiordo y que datan del 4.500- 500 AC. En la década de los ‘90 se construyó el museo en el mismo lugar y hoy existen 3 kms de senderos de madera que permite ver los petroglifos de cerca.
Centro de Alta en la actualidad
Los grabados fueron descubiertos fortuitamente mientras se intentaba colocar un poste de tendido eléctrico en 1972. Se estima que en la zona hay aproximadamente 5.000 grabados, repartidos en 60 paneles y en cuatro zonas.
Los grabados han aportado muchas claves para el conocimiento del medio ambiente y las actividades humanas de esta remota región en tiempos milenarios.

Una amplia gama de animales son representados en las escenas talladas en la roca, entre ellos, los renos son claramente predominantes en escenas que los muestran solos o en grandes manadas. La profusión de  representaciones de este animal parecen indicar que ya existía un cierto control sobre estos animales  desde una época muy temprana. Otros animales que aparecen con frecuencia son los alces, diversas especies de aves y diferentes tipos de peces. Hay también escenas que reproducen escenas de caza y pesca y representaciones de figuras humanas y animales.
Estas representaciones grabadas sobre piedra eran originalmente casi imperceptibles a simple vista. Los arqueólogos del museo han aplicado un pigmento de color rojo sobre los mismos para hacerlos más visibles.
 El enclave, en las afueras de ALTA, es un regalo para la vista por su magia y por sus vistas al fiordo.
Estos grabados rupestres han sido declarados Patrimonio Mundial de la Unesco en 1985.









OTROS ATRACTIVOS DE ALTA
Capilla del hotel de hielo en Alta
HOTEL DE HIELO
El hotel de hielo más grande de Noruega está situado a 15 kilómetros de la ciudad de Alta y
se extiende a lo largo de una superficie de unos 1.600 m2. Se construye cada invierno desde el año 2000 y siempre con algunas modificaciones, especialmente en la temática de la decoración, en la cual participan escultores de hielo. La temperatura y el clima exterior no afectan a la del hotel que siempre se mantiene entre los 4 y los 7 grados bajo cero. Sin embargo, a pesar del frío interior, está garantizada una noche cálida ya que las camas, de hielo, están cubiertas de gruesas pieles de reno y sacos de dormir especiales para temperaturas extremas.
Aurora boreal
AURORAS BOREALES
En ALTA se construyó el primer observatorio de Auroras Boreales del mundo a fines del siglo XIX, por lo que Alta se ganó el apelativo de “La Ciudad de la Aurora Boreal”.
CAMINO DEL CABO NORTE
Y desde Alta, y después de recorrer unos 150 kms y atravesar un túnel subterráneo marino de 7 kms, se llega a Honningsvåg, considerada como la ciudad más septentrional de Europa e incluso del mundo. Desde allí, el Cabo Norte -en la isla Magerøya- dista tan sólo 36 kms.

El Cabo Norte recibió este nombre por explorador inglés Richard Chancellor en 1553 mientras buscaba una nueva ruta por el norte de Europa.
Cabo Norte
Fotos tomadas parcialmente:
Fotos: http://www.mendiak.net/modules.php?name=Forums&file=viewtopic&t=37538
Página Oficial: http://www.alta.museum.no/sider/artikler.asp?hovedmeny=hovedmeny-engelsk&meny=forside-engelsk&forside=true&mal=forside

El sembrador de estrellas (Star sower). Lituania

Kaunas es la segunda ciudad de Lituania con cerca de 400.000 habitantes, a una distancia de poco más de 100 kilómetros de Vilnius, la capital.

Visité Kaunas uno o dos años antes de conseguir su independencia. !Seguro que ahora está muy cambiada! Era una ciudad preciosa (a diferencia de Vilnius, la capital), un poco triste y con un Museo de los Diablos, que me llamó muchísimo la atención, porque nunca había visto nada igual. Pero además tiene un impresionante castillo del siglo XIII, la Casa de los Truenos y el monasterio y la iglesia de Pazaislis.

Una de las cosas curiosas es la estatua llamada El Sembrador de Estrellas. Esta estatua pasa desapercibida durante el día: un hombre en actitud de sembrar. ¡Nada más! Y es cierto que hay unas estrellas pintadas sobre una pared cercana, pero uno no termina de conectar la estatua con las estrellas.
Pero por la noche, ¡la impresión es bien diferente! La iluminación hace  que la estatua del sembrador se refleje en la pared, al lado de las estrellas, y el efecto es óptimo es ¡el sembrador de estrellas!

miércoles, 27 de julio de 2011

Libros para el verano: de España a Nueva Zelanda

Me pareció tan interesante esta reseña que la "tomé prestada" del diario El País, de la sección PAPELES PERDIDOS, y a la que añadí las portadas de los libros.

Este verano los invito a hacer un recorrido por diferentes literaturas del mundo de la mano de autores no tan conocidos en España y publicados esta temporada. Una vuelta al mundo en 39 novelas y libros de cuentos, de 39 escritores de 28 países. Muchos de esos narradores son de prestigio internacional pero que en España no se habían editado o no han terminado de despegar. Ya se sabe que un poco de suerte siempre viene bien. Es decir que este es un pasaje de dos por uno: ir a territorios literarios conocidos o que nos gustaría conocer a través de nuevos guías, de miradas y voces que nos descubrirán otras facetas de la condición humana. He tratado de organizar un periplo con cierto sentido geográfico, que nos permita dar la vuelta al planeta: partiremos en Islandia y terminaremos en España, pasando por China y Nueva Zelanda. Y para ello recurro a la complicidad de los críticos deBabelia, al extraer algunos pasajes de sus artículos publicados en esta revista cultural y literaria de EL PAÍS que nos servirán como ventana a esos mundos y tentación para adentranos en ellos.
Por Winston Manrique Sabogal. 26 de julio, 2011

Empezamos este viaje en 39 etapas-libros:

ISLANDIA. "Maravillas del crepúsculo", de Sjon (Nórdica Libros, traducción de Enrique Bernárdez): "Como ya hiciera con "El zorro ártico", Sjón vuelve a indagar en la memoria de Islandia con ojos de poeta y no de historiador, lo cual le permite rescatar, reciclar y reinterpretar elementos del pasado nacional para ponerlos al servicio de la ficción. Así, en "Maravillas del crepúsculo" acaba conformando una mitología propia que concilia ingredientes de las culturas nórdica y cristiana, intención que queda patente ya desde la obertura -una peculiar versión sobre la caída de Lucifer- o en la elección del nombre para su protagonista". (Sergio Rodríguez Prieto).
IRLANDA. "Verano y amor", de William Trevor (Salamandra, traducción de Victoria Malet): "Podría decirse que nada sucede en esta breve novela, o casi nada, salvo el nacimiento y el obligatorio fin de una pasión amorosa. Sin embargo, eso basta para que, contada en la magistral voz de Trevor, "Verano y amor" sea una de las más perfectas historias de amor de nuestro tiempo". (Alberto Manguel).
INGLATERRA. "Disturbios", de J. G. Farrell (Acantilado, traducción de J. M. Álvarez Flórez): "Es una novela extraña, trufada de humor y melancolía, que a través de las vicisitudes del protagonista, el comandante Archer, narra la sorda guerra civil iniciada en 1919 entre el Sinn Féin y el Ejército británico". (José Luis de Juan).
FRANCIA. "Chitón. Historia de una infancia", de Raymond Federman (Turpial, traducción de María Teresa de los Ríos): "El libro que parece ahora en español, "Chitón", es una obra admirable se mire como se mire, y quizá una de las más originales y sorprendentes de toda la literatura judía posterior al Holocausto. Huyendo de la narración lineal pero también de toda clase de oscuridades expresivas. (...) El resultado final es un libro plenamente innovador en el que se conjugan la novela familiar, la memoria personal, el juego, la ironía, el sarcasmo, la discontinuidad, la honestidad, la broma, la profundidad abismal y la invención literaria. Imprescindible para lectores que buscan en la literatura una de las formas de la verdad". (Jesús Ferrero).
                                           
FRANCIA. "Habládles de batallas, de reyes y elefantes", de Mathías Enard (Mondadori, traducción de Mercè Ubach): "Enard llena de vida un episodio embolatado del joven artista Miguel Ángel, de su viaje a Constantinopla decepcionado del trato recibido por el papa Julio II. El sultán Beyazid solicita sus servicios para construir un puente sobre el Cuerno de Oro. A partir de ahí, el escritor francés recorre en capítulos breves y de pausada elegancia una posible historia en la cual afloran los cinco sentidos y la reflexión sobre el ser y el artista. Deja claro que no hace falta contar toda una vida para mostrar a una persona, y que, a veces, hay episodios que sirven para revelar y desvelar una existencia, su entorno y capturar su alma". (Winston Manrique Sabogal).
FRANCIA. "B-17G", de Pierre Bergounioux (Alfabia, traducción de Paula Cifuentes): "La hermenéutica es el destino último de todo anhelo de conocimiento. Mostrar es a menudo deficiente; hay, además, que decir. Así lo asume Pierre Bergounioux en su intensa  "B-17G", bellísimo escrutinio acerca de un suceso bélico, el derribo de una Fortaleza Volante durante la Segunda Guerra Mundial filmado desde el punto de vista de su destructor, un Fokke-Wulf alemán. Admirada la película, ese chispazo apenas entrevisto de condenación y muerte, Bergounioux se obliga a desencadenar el relato que lo habita: quién reposa en el vientre de la víctima, quién a los mandos del matador, qué poderes posee el lenguaje para desentrañar la breve y borrosa secuencia que obsesiona al escritor desde muy joven". (Ricardo Menéndez Salmón publicará esta crítica próximamente en Babelia).
ITALIA. "Que empiece la fiesta", de Niccolò Ammaniti (Anagrama, traducción de Juan Manuel Salmerón): "Cuenta Ammaniti en Que empiece la fiesta las vidas paralelas de dos héroes desastrosos, el satánico Saverio Moneta, alias Mantos, y el escritor Fabrizio Ciba, lanzados hacia el mismo punto, la mayor fiesta del siglo XXI, la más grande en la historia de Roma. Ammaniti pone en marcha a todo motor la lógica de la carcajada, es decir, de la sorpresa feliz, como si el disparate, la distorsión y la deformación fueran la mejor estrategia para representar la realidad". (Justo Navarro).
ALBANIA. "Bolero en la villa de los viejos", de Fatos Kongoli (Siruela, traducción de Ramón Sánchez Lizarralde): "El mayor atractivo de las nueve novelas del albanés Fatos Kongoli es su carácter testimonial de una sociedad martirizada por algunas de estas profecías cumplidas, a través de protagonistas situados como observadores en la periferia de los acontecimientos. En todas ellas está presente la alusión a una sociedad desestructurada y en transición incierta, junto con un cierto elemento de intriga y un aire de exotismo degradado. (…) "Bolero en la villa de los viejos" es la historia de una enfermera socialmente insignificante, frustrada en lo erótico y sentimental, que es contratada para atender a dos ancianos adinerados en los últimos años de su vida". (Ignacio Vidal-Folch).
BOSNIA. "Amor y obstáculos", de Aleksandar Hemon (Duomo, traducción de Damià Alou): "Es la historia, en ocho cuentos, de un joven bosnio cuyo nombre va cambiando según los apodos que le dan los distintos personajes con los que se encuentra. (...) En el fondo de todos estos relatos está siempre la guerra, o el recuerdo de la guerra, evocada de cierta manera como un arquetipo literario. (...) Hemon transforma un ejercicio de autobiografía literaria en una lección sobre el arte de la ficción, sobre la verdad de la mentira literaria, sobre la constante injusticia de toda guerra, sobre la constante injusticia (y redención) de la condición humana". (Alberto Manguel).
ALEMANIA. "La retaguardia", de Hans Waal (Lengua de Trapo, traducción de Valentín Ugarte): "Primavera, 2004: a unos cien kilómetros al noroeste de Berlín, cuatro oficiales de la guardia personal del Führer emergen del búnker donde llevan encerrados desde el final de la guerra. Lo que podría quedarse en una ocurrencia ingeniosa va cobrando fuerza a medida que la historia avanza y se acaba convirtiendo en un agudo análisis de la sociedad alemana actual, especialmente de su relación con un pasado todavía muy presente". (Sergio Rodríguez Prieto).
FINLANDIA. "Purga", de Sofi Oksanen (Salamandra, traducción de Marjatta Ahola): "El suspense inicial, la imprevisibilidad de las reacciones de las dos protagonistas ante las amenazas que se irán presentando -los implacables mafiosos de los que Zara huye, y para los que ha estado trabajando en Alemania como prostituta en régimen de esclavitud están al llegar; el comportamiento de Aliide para sobrevivir durante la ocupación soviética la ha hecho acreedora al odio de sus vecinos, que la acosan- se mantendrán intactos desde la primera frase hasta la última, y esto hace de esta bien trabada novela una amena lectura, acreedora al considerable éxito internacional que ha obtenido". (Ignacio Vidal-Folch).
RUSIA. "Érase una vez una mujer que quería matar al bebé de su vecina", de Liudmila Petrushévskaia (Atalanta, traducción de Fernando Otero): "La escritora más premiada y mejor considerada de su generación es una cronista serena de la devastación que producen la soledad y el miedo en los individuos. Frente al destino, "lo único que nos puede salvar es la suerte", afirma la niña que relata la fuga de su familia a un aislado lugar del bosque; un sitio remoto en el que, por cierto, a veces amanece con "cielos despejados en toda España", tal como bromea el padre. Petrushévskaia narra los momentos de reconocimiento en los que un alma gemela o un lugar entrañable "se hunden en la niebla de los recuerdos prohibidos". (Víctor Andresco).
RUSIA. "Las cumbres de Moscú", de Vasili Aksionov (La Otra Orilla, traducción de Luisa Borovsky): "Uno de los mayores atractivos de este libro es que simultanea la descripción del urbanismo estaliniano (incluida la reordenación castrense de la capital) con la intimidad de individuos perfectamente reconocibles en los ídolos de la época (actores, tractoristas, cosmonautas). Con una fluidez que la emparenta con las más audaces novelas de la modernidad, Vasili Aksiónov (1932-2009) se permitió trenzar aquí una “comedia de situación” única por su contexto objetivo (la acción transcurre inmediatamente antes de 1953, en pleno derrumbe del estalinismo". (Víctor Andresco, Babelia publicará la crítica este sábado).
UCRANIA. "La familia Máshber", de Der Níster, en lengua yidish (Libros del Silencio, traducción de Rhoda Henelde y Jacob Abecasis): "Logró inventar un estilo que, bajo la apariencia de una narración realista, documental, crea una atmósfera de pesadilla en la que cada personaje, cada gesto, cada evento es a la vez la representación de sí mismo y también otra cosa, más profunda, menos obvia. Máshber, el nombre de la familia cuya crónica sirve de estructura a la novela, quiere decir "crisis" en yídish, y es de crisis en crisis que la historia avanza". (Alberto Manguel).
ARMENIA. "El libro de los susurros", de Varujan Vosganian (Pre-Textos, traducción de Joaquín Garrigós): "En este libro estremecedor e imprescindible sabemos que los armenios se reconocen porque lloran a los mismos muertos, que algunos se reconcilian en la vejez y que las partidas de cartas son como nuevos tratados de Postdam. Ellos son quienes hablan de lo difícil que es morir donde uno ha nacido". (María José Obiol).
LÍBANO. "Yo maté a Sherezade. Confesiones de una mujer árabe furiosa", de Joumana Haddad (Debate, traducción de Marta Mabres): "Entre el ensayo y la autobiografía, Yo maté a Sherezade es su primer libro. Aunque nacida en una familia cristiana, Haddad se rebela contra la idea de que el islam sea más misógino y reaccionario que las otras religiones monoteístas. Y aunque fuma habanos y habla sin pelos en la lengua, reivindica la feminidad y se desmarca del feminismo ortodoxo. Así lo sintetiza: "Soy, sin duda, lo que se dice una mujer 'con un par de pelotas', pero no tengo envidia del pene". (Javier Valenzuela).
PAKISTÁN. "Tren a Pakistán", de Khushwant Singh (Libros del Asteroide, traducción de Marta Alcaraz): "Singh, uno de los intelectuales más respetados de India, consigue, sin embargo, que sean las emociones y las creencias sencillas de las humildes gentes que recorren las páginas de su novela las que acaben narrando esos sucesos, no la política, la religión o los fundamentalismos que surgen de ellas. Es por eso, por ser las personas el centro de la acción por lo que el mensaje último de esta hermosa novela, en medio de los sufrimientos y lasmasacres que cuenta, es de esperanza y de paz". (Jesúa Aguado).
                                           
CHINA. "La república del vino", de Mo Yan (Kailas, traducción de Cora Tiedra): "Cada nueva novela de Mo Yan es una sorpresa. Habituados como estamos a que las tradiciones chinas se cumplan bajo el peso de siglos de escritura, la capacidad de Mo Yan para abrir caminos sin romper con ellas, para revolucionar desde adentro las formas de escritura y las estructuras de la narración, alcanza en esta novela su punto más alto. Mo Yan es un escritor satírico, especie que florece en tiempos y lugares de férrea disciplina social y política; su sátira no conoce fronteras y esta vez se adentra más que nunca antes en el terreno de lo fantástico sin cortarse un pelo". (José María Guelbenzu).
JAPÓN. "Kinshu. Tapiz de otoño", de Teru Miyamoto (Alfabia, traducción de María dolores Ábalos): "Lo que se desarrolla ante los ojos admirados del lector es una lección en profundidad del valor de la autoestima recuperada. Todo ello guiado por una escritura leve y agridulce, lúcida y dura también, que poco a poco va estableciendo un puente de afecto que devuelve con admirable dignidad a su lugar la imagen de cada uno, tanto respecto a sí mismo como al otro. La delicadeza se une a la lucidez a través del deseo de entender que abre la memoria de los dos antiguos enamorados hasta que, no el amor, pero sí la esencia de aquel amor se abre paso entre ellos para revelar la verdad que dio vida a un amor perdido, pero no olvidado". (José María Guelbenzu).
AUSTRALIA. "La bofetada", de Christos Tsiolkas (RBA, traducción de Ana Herrera): "La bofetada se refiere al incidente que desencadena la historia y a otro que la cierra y a una más que propina el escritor al mundo. Sobre todo a los padres y a quienes tienen la responsabilidad de la crianza y educación de los menores. Es una novela de tema crucial que entabla un debate con el lector en el cual el cómo, entendido como la combinación de palabras para crear arte, está bien, mientras la estructura general es un acierto: ocho capítulos, protagonizados por cada uno de los personajes de la trama, cuyos episodios son sucesivos en el curso de esta historia al tiempo que abre ventanas y puertas temáticas, y de sus vidas, sin dejar de lanzar el tiempo hacia delante y el argumento en un ritmo creciente. (Winston Manrique Sabogal).
NUEVA ZELANDA. "Cuando la tierra se vuelve plata", de Alison Wong (Siruela, traducción de Dora Sales Salvador): "Esta autora de origen chino traza la novela alrededor de una historia de amor, en un contexto de machismo y xenofobia, en cuyo desarrollo la autora incursiona en las relaciones de poder tanto de género como de raza, de procedencia y de cultura con la misma habilidad que en el corazón humano. (...) Narrada en capítulos cortos y titulados, como piezas de pequeños relatos, la novela lleva al lector de la mano por episodios domésticos que retratan las contradicciones y las conquistas de ese naciente siglo XX en aquellas lejanas tierras". (Marbel Sandoval Ordóñez).
CHILE. "Formas de volver a casa", de Alejandro Zambra (Anagrama): "Transcurre en Chile en los años ochenta, durante la dictadura de Pinochet, y cuenta la historia de un niño a quien una niña le encarga la tarea de espiar a un hombre e informarla de sus movimientos. El niño acepta, aunque no entiende cuál es el motivo de esa vigilancia. Veinte años más tarde ambos se reencuentran y las piezas del puzle empiezan a encajar. La novela se organiza en torno a dos partes fundamentales -'La literatura de los padres' y 'La literatura de los hijos'- y devela su propia construcción a través de un diario que lleva el narrador". (Leila Guerriero).
CHILE Y ARGENTINA. "La mampara", de Marta Brunet y "Personas en la sala", de Norah Lange (Barataria): "Gracias a la colección Humo hacia el Sur acabo de descubrir a dos autoras importantes en nuestro idioma: Marta Brunet (Chile, 1897-1967) y Norah Lange (Buenos Aires, 1905-1972). Si Marta Brunet, con "La mampara" (1946), se inscribe más en un movimiento de vanguardia que utiliza el estilo y la retórica tradicional de una manera irónica y fetichista, como para demostrarnos que no significan nada, Norah Lange, "Personas en la sala" (1950), no se arriesga tanto en aventuras de lenguaje, como si en la construcción de personajes con pronombres femeninos, que sitúa en un ambiente completamente policiaco, paranoico y demencial" (Patricia de Souza).
ARGENTINA. "El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia", de Patricio Pron (Mondadori): "A la autoficción la va a matar el éxito o se va a morir de sobredosis imitativa, pero mientras tanto lo mejor que puede hacerse es disfrutar intensamente de sus mejores resultados. El último y espléndido está en esta novela de fragmentos atada con los hilos de la intención literaria y de algo más difuso: una suerte de sintonía con la mejor literatura actual no sólo en torno a las modulaciones de la ficción y la veracidad autobiográfica sino en torno a la búsqueda inquisitiva hacia el pasado del padre, los padres y las raíces de hoy" (Jordi Gracia).
ARGENTINA. "Los Lemmings y otros", de Fabián Casas (Alpha Decay): "Si estos cuentos se leen como una novela breve no es por un experimento genérico sino por la continuidad de sus personajes y de su escenario: el barrio porteño de Boedo. Más que un escenario: Boedo es una vocación, un destino, un mundo completo, con sus escaramuzas de fronteras, donde el tango fue reemplazado por el punk y la discoteca" (Edgardo Dobry).
BOLIVIA. "Fotos tuyas cuando comienzas a envejecer" y "Hoteles", de Maximiliano Barrientos (Periférica): "Lo interesante es que Barrientos, más que otros escritores latinoamericanos que han escogido la misma veta de desarrollo, muestra una encomiable voluntad de estilo que se suma a su autoconciencia como escritor. En sus cuentos, siempre queda claro que se trata de literatura y no de una mala imitación de la vida. (...) En sus relatos, Barrientos pone en escena a personajes mínimos en historias casi sin anécdota. (...) Mucho más interesante, por sus innovaciones formales y la escala de su desarraigo, es Hoteles, una novela –o nouvelle- de camino donde “La carretera era siempre la misma. Había sol y parajes inhóspitos, paisajes de países pobres”, que relata la fuga hacia adelante de una pareja de actores de películas porno y la hija de ella, una fuga sin destino ni objetivo" (Rodrigo Pinto).
COLOMBIA. "El ruido de las cosas al caer", de Juan Gabriel Vásquez (Alfaguara): "A la combustión entre literatura y compromiso regresa esta nueva novela, titulada El ruido de las cosas al caer, aunque hubiese podido titularse con otras tantas frases tomadas del texto: Salvarse de Bogotá, Recuerdos de mentira, La peste de mi país o Los pilotos muertos, es decir, los pilotos muertos que guían la vida de personas desde la muerte hacia el vacío o el dolor. Todas ellas aluden en el fondo a lo mismo: la vigencia de la muerte y el peso destructivo del narco en la sociedad colombiana actual, sobre todo para aquellos que nacieron en los setenta y pautaron su biografía con los primeros asesinatos, las primeras catástrofes pero también los espacios de fantasía infantil y prohibida como la Hacienda Nápoles de Pablo Escobar y su fabuloso zoológico comido hoy de puro abandono. Pero el presente sólo se lee o adivina en los renglones del pasado". (Jordi Gracia).
MÉXICO. "La señora rojo", de Antonio Ortuño (Páginas de Espuma): "Un libro con 13 relatos impecablemente delirantes sobre la violencia, el poder y todas las insospechadas miserias que nos reserva nuestra querida especie en vías de extinción". (J. Ernesto Ayala-Dip).
MÉXICO. "Los ingrávidos" y "Papeles falsos", de Valeria Luiselli (Sexto Piso): "Si la fragmentación sigue siendo un signo de nuestros tiempos, entonces la primera novela de la ensayista mexicana Valeria Luiselli es una obra actual. No importa que la narradora principal sostenga que no se trata de un relato fragmentario, sino de "una novela horizontal, contada verticalmente", como apunta en varias ocasiones. El propio texto lo desmiente con una sucesión de segmentos que narran entrecortadamente su vida de escritora, esposa y madre de dos hijos en el presente, y su pasado no muy lejano como asalariada de una pequeña editorial de Nueva York". (Fernando Castanedo).
ESTADOS UNIDOS. "Cruzar California", de Adam Langer (Papel de Liar, traducción de Javier Calvo): "Un vertiginoso tráfico verbal acelera desde el principio esta estupenda opera prima del norteamericano Adam Langer, que sumerge al lector en el hormiguero urbano de Chicago, su ciudad natal, a principios de los ochenta, en un barrio judío en el que las tres familias que el narrador ha elegido, desestructuradas como la sociedad que les toque en suerte, viven los días interminables de la crisis de los rehenes de Irán, un punto de inflexión en la sociedad americana, que ya veía que la muerte de Lennon presagiaba la de la tolerancia de las drogas y la revolución sexual y feminista, y que la llegada de Reagan oscurecería el país para siempre. (Javier Aparicio Maydeu).
ESTADOS UNIDOS. "X", de Percival Everett (Blackie Books, traducción de Marta Alcaraz): "No es de extrañar que uno de los más audaces, originales, inteligentes escritores norteamericanos de nuestra época no sea debidamente consagrado en su propio país: en los Estados Unidos, Percival Everett es casi un desconocido. (...) El lector queda advertido: ni a explicación ni a documento pretende esta novela de Everett, sólo a trazar el retrato de un escritor narrándose a sí mismo, dándose como prueba de la absoluta fidelidad que la auténtica literatura requiere de sus practicantes, y del absoluto engaño al que voluntariamente se entrega el auténtico lector". (Alberto Manguel, la crítica se publicará próximamente).
ESTADOS UNIDOS. "Cuentos completos", de Lydia Davis (Seix Barral, traducción de Justo Navarro): "Su obra, contemplada cuento a cuento y en conjunto, es una soberbia exposición de la textura del tejido humano. El material del que se nutre Davis es la gente media que vive permanentemente derrotada, necesita un punto de referencia o un anclaje del afecto, cuyo suelo es la inseguridad del hombre y la mujer contemporáneos y cuya memoria está llena de sueños incumplidos y cosas y personas perdidas. (...) Mi consejo para una lectura feliz de este libro extraordinario es: termine el día, métase en la cama; el libro estará en la mesilla de noche; lea un solo relato: le absorberá tanto que seguirá leyendo otro y luego otro o quizás otros. Deténgase ahí o puede que no duerma en toda la noche. La lucidez produce insomnio. Siga así hasta que comprenda que un talento excepcional le ha mostrado, para bien y para mal, del envés nuestro de cada día". (José María Guelbenzu).
ESTADOS UNIDOS. "Knockemstiff", de Donald Ray Pollock (Libros del Silencio, traducción de Javier Calvo): "La magia de Pollock consiste en lograr que, pese a que en ningún cuento hay redención posible, no sintamos nunca que el autor está siendo repetitivo. Sabemos lo que nos espera, y aun así nos sorprendemos". (Edmundo Paz Soldán).
SUDÁN DEL SUR. "La guerra de Emma", de Deborah Scroggins (Marbot, traducción de Ramón Vilà Vernis): "La guerra de Emma tiene la virtud de combinar el relato de la vida de Emma McCune, con todas sus contradicciones, amores, excentricidades y los eternos debates que vive el mundo de la cooperación, su compromiso político y colaboración con el SPLA -para escándalo de muchos de sus compañeros-, con el relato periodístico vivido en los mismos escenarios por la autora del libro, gran conocedora de la compleja y olvidada historia de Sudán, un país que a partir de hoy conforman dos países distintos". (Bru Rovira).
NIGERIA. "Algo alrededor de tu cuello", de Chimamanda Gnozi Adichie (Mondadori, traducción de Aurora Echevarria): "La acogida de sus relatos en español tiene que ver con que a pesar de su juventud, Chimamanda se ha revelado como una escritora de índole universal, una de esas personas tocadas por los dioses, para que nada de lo humano les sea desconocido. En ellos, buen preludio de su narrativa, explora temas que se leen en sus dos novelas y que seguro seguiremos leyendo: las relaciones de familia, la religión y el miedo como dominacón, la educción, el desarraigo, las desapariciones forzadas, el abuso de poder desde la experiencia individual lo noble y lo abyecto, los claros y los oscuros del ser humano y sus sociedades". (Marbel Sandoval Ordóñez, se pubLicará próximamente en Babelia).
ESPAÑA. "El beso del ángel", de Irene Gracia (Siruela): "A partir de las revelaciones y ensueños y fantasías -tan luminosas como atroces- de Thérèse Fuler, una mística visionaria encerrada en el sanatorio psiquiátrico de Saint Sulpice, Irene Gracia fabula sobre la relación del hombre con los seres angélicos a lo largo de la historia del mundo, desde la génesis y el esplendor del momento o mandato fundacional hasta la modernidad y la muerte de Dios". (Ana Rodríguez Fischer).
ESPAÑA. "Los que hemos amado", de Willy Uribe (Libros del Lince): "Es la devastadora crónica de la iniciación de Sergio. Virgen, conocerá episodios de sexo sórdido. Inocentón, descubrirá la existencia de la maldad. Como en las ficciones de David Lynch, se le revelará un submundo secreto donde las drogas y la sumisión sexual son monedas de cambio", (Diego A. Manrique).
ESPAÑA. "La vida y las muertes de Ethel Jurado", de Gregorio Casamayar (Acantilado): "El pulso firme de Casamayor no sólo consigue retener al lector e interesarlo, sino hacerlo al tiempo que lo incomoda, pues así resulta al ir habitando el recuerdo de una tragedia que los personajes, al margen de Ethel, creen protagonizar y sin embargo ni evitan, ni les pertenece. (María José Obiol).